LUCIERNAGA TU BOCA. Dibujos figurativos del artista Luis Cuevas

“Ama el arte; de todos los engaños
es todavía el que miente menos.”

G. Flaubert.

Levedad, imaginación, inspiración, placidez…palabras que se parecen a la seda, a un pañuelo de organza, al polvo mágico que viaja con el viento. Voces que me vienen sonando como cascabeles en un río después de mirar en el encantamiento de una tarde las obras recientes del artista Luís Cuevas.

Luciérnaga tu boca, exposición que presenta en la Galería Artenos del Centro Comercial delicias plaza en Maracaibo (Venezuela) desde el 6 de Mayo, descubre ante los ojos maravillados ese dibujo audaz y fresco como una brisa que enamora los sentidos, ese dibujo que una disfruta porque parece proveniente de un regocijo interior y se reinventa en lo inesperado, en trazos de humo, danzantes en la blancura del papel.

Son dibujos limpios que se disfrutan sin complicaciones y que parecen descansar en quien los observa como un pájaro que viene de lejos cantando su poesía.

Me perdí la inauguración, el brindis y demás pero cuando por fin pude visitar la exposición, se dio la feliz circunstancia de que la galería estaba vacía. En la blancura de las paredes y el trazo libre del carboncillo me relaje hasta los huesos…porque es verdad que todo aquello que conforta el espíritu y lo sosiega de tanto ruido vale la pena atesorarlo en la mirada y aspirarlo como una bocanada refrescante de aire puro, tal vez porque entre el calor agobiante de la ciudad y tanto discurso prefabricado, encontrarse de frente con ese bien inusual que es lo genuino, te hace sentir como en casa.

A veces el creador se desprende por un rato de todo cuanto lo arropa, para mostrar el alma tan blanca como le sea posible. Algo de ello percibo en la intención plástica de esta etapa creativa de Cuevas. Intuyo que el dibujo es un paréntesis desnudo entre esa obra en gran formato tan colorista y rica en texturas que lo ha acompañado y que es igualmente hermosa. Esa síntesis tan difícil de alcanzar sin la madurez necesaria que da el oficio del artista más allá del dominio técnico, más bien con la cercanía de los recursos más íntimos. Algo así como ir de paseo de árbol en árbol, recoger los frutos en el mejor momento¡ y además hacerlo con estilo!.

Me disculpará el artista si en lugar de entrevistarlo para escuchar sus porqués me he detenido a jugar con la imaginación tratando de adivinar el dónde detrás de cada imagen… pero al mismo tiempo me digo ¿y porque no? ¿no es acaso una maravilla que el artista nos deje así, jugar un poco? . Por ejemplo; miren esos personajes con fisonomía de ave, esa gitana que baila para detener el tiempo, ese ensayo musical, esos árboles, esas parejas tan singulares y pensativas, esas hojas que parecen caer de la nada en el espacio de cada cuadro. Toda una atmósfera invitadora, danzarina, sensual ciertamente picasiana y sin embargo tan personal que no nos queda más que la pura y sencilla contemplación.

PD: Descubrir el misterio de porqué Luis Cuevas siempre viste de blanco…¡pues se los dejo de tarea!

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